miércoles, 16 de octubre de 2013

Swab, arte emergente o rápido olvido


Vivimos tiempos de polaridad, por una parte el panorama artístico barcelonés cuenta con grandes artistas jóvenes, con galerías pioneras y con comisarios con una muy buena proyección, pero por otra parte, el cierre de espacios artísticos, la supresión de presupuestos y la poca cultura del coleccionismo (entre otros muchos factores) hacen que el futuro del mundo del arte parezca incierto en la ciudad. Por eso, la feria Swab quizás hoy  tiene sobre sus espaldas más expectativas que nunca.

Para los neófitos, la feria Swab surgió en Barcelona en el 2007 de la mano del coleccionista Joaquín Diez Gascón, un apasionado del arte contemporáneo que comenzó coleccionando únicamente arte catalán y que hoy en día ha internacionalizado su colección.  Desde su fundación esta feria siempre se ha regido por dos premisas básicas, la de descubrir y la de fomentar la creación artística.

Del 3 al 6 de este Octubre se inició la 6º edición de Swab y después de una semana de reflexión hay algunas cuestiones que destacan tremendamente. Esta feria cuenta con diversos programas de comisariado entre los que destacan por ejemplo el programa MYFAF que da una valiosa oportunidad de exponer a galerías de nueva formación (menos de 2 años) que no han participado nunca en una feria de arte o el programa Nuevas Posiciones que se centra en aquellas galerías que apuestan fuerte por el arte más emergente. Además cuenta con otros programas muy interesantes que han ayudado a que vengan galerías de hasta 19 países a enseñar que se cuece en el arte joven de las distintas partes del globo.  

Todos estos programas están pensados para  incentivar la creación, pero quizás no se plantea qué tipo de creación se está incentivando, me explico: La sorpresa para mí ha llegado cuando visitando la feria  me he dado cuenta de que la gran parte de obras políticamente posicionadas o con un carácter de pensamiento crítico, se encontraban prácticamente en dos o tres galerías. Si tenemos en cuenta que había 53 galerías en la feria, realmente el porcentaje es muy pequeño.

"Recortes en educación y sanidad" de Uri
Algunos periódicos escribieron sobre como el hiperrealismo, el pop y la fotografía han estado presentes en el Swab y yo diría más, me da la sensación de que es lo único que había. Es decir, aparte de algunas obras como las de Uri en la galería N2, Casi todo lo demás se reducía efectivamente a un pop art de tercera generación (o cuarta) y a unas fotografías técnicamente perfectas pero que no reflejan ni un ápice la situación actual que vivimos.  

Teniendo en cuenta que los jóvenes de todo el mundo son los más perjudicados por la coyuntura que nos toca vivir y que las oportunidades de alzar la voz son más bien escasas, me pregunto por qué las obras elegidas reflejan más bien un autismo social o un profundo aislamiento personal más que el malestar social real que vivimos cada día.
Performance de Jonathan Bernad


No basta con que el Swab tenga un programa de arte urbano o con que las galerías que acuden a la feria sean jóvenes, el verdadero problema es que las galerías no quieran apostar por profesionales críticos, atrevidos o incómodos.

¿Dónde esta la joven Teresa Margolles del futuro? ¿Dónde esta el próximo Ai Wei Wei? ¿Dónde esta la nueva generación de artistas comprometidos que creen en su obra para visibilizar una problemática? Desde luego en el Swab había muy pocos y habiendo tantos jóvenes creadores en los márgenes una no puede evitar preguntarse que sentido tiene llenar ferias enteras de obras que por su propia vacuidad están condenadas a caer irremediablemente en un rápido olvido.