jueves, 20 de junio de 2013

Signos y diálogos en la Fundación Vila Casas



La creación emergente y joven siempre se encuentra frente al eterno problema: cómo y dónde exponer.  Después de finalizar los estudios académicos los alumnos, que ya son jovencísimos creadores, se quedan flotando a la espera de poder contestar a estas preguntas a través de cierta dosis de suerte. Las oportunidades son pocas, por eso creo que cuando surgen iniciativas para visibilizar la obra que se está gestando en las escuelas superiores de arte y diseño hay que darles eco.

Una de estas iniciativas es la exposición  “Signos y diálogos”  que se ha inaugurado en el Espai VolART de la Fundació Vila Casas y que  podrá visitarse hasta el 26 de este mes.

"Metamorfosis" de Ona Camacho
La Escuela Superior de Diseño y Ingeniería ELISAVA  y la Fundación Vila Casas se han propuesto analizar y re-descubrir el espacio arquitectónico, urbanístico y social del 22@, una de las zonas más fracturadas de la ciudad. Este re-descubrimiento lo hacen a través del Museo Can Framis, que abrió sus puertas en 2009  como el 5º espacio expositivo de la Fundación Vila Casas.

Para llevar a cabo este análisis y exploración se han utilizado la imagen, el cuerpo y la arquitectura como ejes vertebrantes de un sinfín de relaciones que desembocan en los trabajos expuestos.

Como trabajos individuales destacan los que tienen una alta relación con el cuerpo y su vulnerabilidad, la desnudez y la exposición del sujeto frente a la arquitectura son protagonistas, así, en “Metamorfosis” de Ona Camacho en la que expone su propio cuerpo cómo metáfora de las transformaciones que sufre toda obra de arte desde la concepción de la idea hasta su total desarrollo y diálogo con el espectador, además la implicación con la arquitectura es total ya que se ha realizado como un site-specific en el vestíbulo de Can Framis.

"Metamorfosis" de Ona Camacho
Otro punto fuerte de la muestra son los proyectos grupales en los cuales la participación ciudadana es la protagonista y que tienen un corte más urbanístico y social. El proyecto “8 rellotges, les 8 barriades del Poblenou” llama especialmente la atención por ser un ciclo de intervenciones performativas que creaban relojes de arena con forma de 8 en cada una de las antiguas barriadas para recordar los cambios tan significativos y radicales que ha sufrido esa parte de la ciudad. Este proyecto ha sido llevado a cabo durante 8 fines de semana en los que se investigaba y se llevaba a cabo una performance en una de las barriadas, en cada ocasión surgió la espontánea colaboración de los vecinos que dió lugar al diálogo y la comunicación. Por otra parte, hay que destacar el fuerte trabajo de documentación que han llevado a cabo estos jóvenes en constante colaboración con el Archivo Histórico del Poblenou, que les ha proporcionado una basta información sobre las 8 barriadas y su evolución histórica hasta el día de hoy.
Observando este proyecto asistimos a un proceso necesario de investigación, creación y participación ciudadana en un momento en que las reflexiones sobre de dónde  vienen y a dónde van las ciudades suponen una preocupación constante.

Barcelona, hace mucho que optó por ser y comportarse como una ciudad-marca, llena de edificios icónicos que la ayuden a diferenciarse del resto de capitales internacionales y así potenciar el turismo. Este tipo de reflexiones artísticas colectivas, nos ayudan a poner sobre la mesa los ritmos de modernización y cambio que han sufrido distritos como el Poblenou, ver que factura ha pasado a la ciudad convertirse poco a poco en una marca fácilmente reconocible y si esa factura ha valido la pena.

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